Con una actuación estelar de Jude Bellingham, Inglaterra se impuso con autoridad a Grecia (0-3) y se coloca a un paso del ascenso en la Liga de Naciones. Los ingleses necesitan solo una victoria frente a la República de Irlanda en su último encuentro para sellar el liderato de su grupo. A pesar de las bajas significativas, como las de Cole Palmer, Trent Alexander-Arnold, Bukayo Saka y Phil Foden, el equipo dirigido por Lee Carsley mostró un rendimiento sólido y vengó la derrota sufrida ante los griegos en Wembley meses atrás.
Un planteamiento acertado
El técnico interino, que cederá el mando a Thomas Tuchel el próximo año, optó por un esquema con Ollie Watkins como delantero centro y Bellingham en su rol natural como creador de juego. La decisión fue un éxito inmediato. En menos de diez minutos, el mediocampista del Real Madrid filtró un pase milimétrico a Noni Madueke, quien desbordó a su marcador y asistió a Watkins para el primer gol del partido.
La posición avanzada de Bellingham, similar a la que ocupa en el club madrileño, permitió al inglés influir decisivamente en el juego. Aunque no fue acreditado oficialmente, el segundo tanto fue casi completamente suyo. En una jugada individual en la segunda mitad, su disparo cruzado golpeó el palo, rebotó en la espalda del portero Vlachodimos y terminó en la red, ampliando la ventaja para Inglaterra.
Un muro bajo los tres palos
Mientras el ataque brillaba, Jordan Pickford tuvo una noche destacada bajo palos. El guardameta, que viene de una gran actuación ante el West Ham United, realizó varias paradas clave para mantener el marcador a favor de Inglaterra. Especialmente en la primera mitad, el arquero evitó el empate griego con intervenciones de gran calidad, consolidándose como pieza clave del equipo.
Curtis Jones pone el broche final
El tercer gol llegó gracias a un destello de creatividad de Curtis Jones. Con un elegante remate de tacón dentro del área, selló la goleada y dejó a Inglaterra con el primer puesto del grupo al alcance. La actuación colectiva demostró que los ingleses tienen profundidad en su plantilla, incluso con ausencias importantes.
El reto final
Inglaterra depende de sí misma para conseguir el ascenso. Una victoria ante la República de Irlanda este domingo les aseguraría el liderato y el pase a la primera división de la Nations League. Incluso un empate, siempre que igualen el resultado de Grecia contra Finlandia el 17 de noviembre, les bastaría para ascender. Con el Mundial de 2026 en el horizonte y la llegada de Tuchel en el banquillo, los ‘Tres Leones’ buscan consolidar su posición como una potencia del fútbol mundial.
