peligros del EMDR

¿Cuáles son los peligros del EMDR?

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La Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) es un enfoque psicológico utilizado principalmente para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), aunque también ha demostrado ser eficaz para una amplia variedad de trastornos emocionales y psicológicos. Aunque muchos profesionales han destacado los beneficios del EMDR, también existen riesgos y efectos secundarios que vale la pena considerar. Exploraremos los peligros del EMDR y cómo pueden afectar a algunos pacientes.

¿Qué es el EMDR?

Antes de abordar los posibles peligros, es importante entender en qué consiste esta técnica. El EMDR fue desarrollado en los años 80 por la psicóloga Francine Shapiro y se basa en la idea de que ciertos recuerdos traumáticos no han sido procesados adecuadamente por el cerebro. A través de la estimulación bilateral (generalmente en forma de movimientos oculares guiados, aunque también se pueden utilizar estímulos táctiles o auditivos), se busca facilitar el procesamiento de esos recuerdos para reducir su impacto emocional.

La terapia EMDR ha ganado popularidad por su enfoque no invasivo y su capacidad para ofrecer resultados relativamente rápidos en comparación con otras terapias. Sin embargo, no está exenta de efectos adversos o riesgos, y no todos los pacientes responden de la misma manera a este tratamiento.

Peligros potenciales del EMDR

Exacerbación temporal de los síntomas

Uno de los peligros del EMDR es que, durante el proceso de tratamiento, los síntomas emocionales y psicológicos pueden empeorar temporalmente. Los pacientes que se someten a esta terapia a menudo reviven experiencias traumáticas intensas, lo que puede provocar una respuesta emocional abrumadora. Esto puede incluir sentimientos de ansiedad, tristeza, rabia o confusión, que en algunos casos pueden ser difíciles de manejar fuera de la sesión terapéutica.

La reviviscencia del trauma puede hacer que el paciente se sienta peor en las primeras etapas del tratamiento. Esta exacerbación temporal puede ser especialmente preocupante para aquellos que ya están en un estado emocional frágil o que no cuentan con una red de apoyo sólida para enfrentar estas reacciones intensas.

Desbordamiento emocional

Otro de los peligros del EMDR es el riesgo de un desbordamiento emocional durante o después de la sesión. Algunos pacientes, al enfrentarse de manera directa con sus recuerdos traumáticos, pueden verse sobrepasados por emociones tan intensas que les resulta difícil mantener el control. Esto puede llevar a episodios de pánico, ataques de ansiedad o un malestar generalizado que puede durar varios días.

Aunque los terapeutas entrenados en EMDR están capacitados para manejar este tipo de situaciones, algunos pacientes pueden no estar preparados para la magnitud de sus emociones, lo que podría impactar negativamente su bienestar.

Flashbacks o pesadillas

Uno de los efectos secundarios más comunes del EMDR es la aparición de flashbacks o pesadillas relacionadas con el trauma que se está tratando. Al intentar procesar recuerdos no resueltos, el cerebro puede generar imágenes vívidas o intrusivas que pueden ser perturbadoras para el paciente. Esto puede hacer que el trauma se sienta más presente en su vida cotidiana, interfiriendo con su capacidad para dormir o realizar actividades diarias.

Este fenómeno puede ser temporal, pero en algunos casos, los flashbacks pueden persistir, generando una mayor angustia y afectando negativamente la calidad de vida del paciente. Es crucial que los pacientes estén informados sobre esta posibilidad antes de iniciar el tratamiento para que puedan tomar las precauciones necesarias.

Sensaciones físicas desagradables

El EMDR no solo afecta las emociones y los recuerdos, sino que también puede generar sensaciones físicas. Algunos pacientes han informado sentir mareos, náuseas, tensión muscular o dolor de cabeza durante o después de las sesiones. Estas sensaciones físicas pueden estar relacionadas con la intensidad emocional del proceso de tratamiento o con la estimulación bilateral utilizada durante la terapia.

Si bien estos efectos suelen ser temporales, pueden causar malestar significativo, lo que podría desincentivar a algunos pacientes a continuar con el tratamiento. Es importante que los terapeutas estén atentos a estas reacciones y ajusten las sesiones si es necesario.

Re-traumatización

Uno de los peligros más serios del EMDR es la posibilidad de una re-traumatización. Aunque el objetivo de la terapia es procesar recuerdos traumáticos de manera segura, algunos pacientes pueden experimentar estos recuerdos de manera tan intensa que se sientan como si estuvieran reviviendo el trauma original. Esta experiencia puede ser profundamente perturbadora y, en lugar de aliviar los síntomas del trauma, puede empeorar el estado emocional del paciente.

Es por eso que el EMDR debe ser realizado únicamente por terapeutas capacitados y experimentados que puedan identificar los signos de re-traumatización y detener el proceso si es necesario.

¿A quién podría no beneficiar el EMDR?

Aunque el EMDR ha sido efectivo para muchos pacientes, no todos son buenos candidatos para este tipo de tratamiento. Algunos grupos de personas pueden enfrentar más riesgos que beneficios al someterse a esta terapia.

Personas con trastornos disociativos

Aquellos que sufren de trastornos disociativos pueden estar en mayor riesgo de sufrir efectos negativos durante el EMDR. Los trastornos disociativos implican una desconexión entre los pensamientos, los recuerdos y las emociones, lo que puede dificultar el procesamiento de los traumas de manera efectiva. El EMDR, al activar intensamente recuerdos traumáticos, puede agravar la disociación y llevar a una mayor fragmentación psicológica.

En estos casos, los terapeutas deben tener extrema precaución y trabajar de manera más gradual para garantizar que el paciente no se vea abrumado.

Personas en crisis aguda

Aquellos que están en una crisis emocional aguda o que presentan pensamientos suicidas también pueden no ser candidatos ideales para el EMDR. Debido a la posibilidad de que los síntomas empeoren temporalmente, estos pacientes pueden estar en riesgo de desestabilizarse aún más. En estos casos, es fundamental que el terapeuta evalúe cuidadosamente el estado emocional del paciente antes de decidir si el EMDR es el tratamiento adecuado.

Personas con trastornos médicos

El EMDR puede no ser la mejor opción para personas con condiciones médicas que puedan agravarse por el estrés emocional, como la hipertensión o problemas cardíacos. La respuesta emocional intensa que el EMDR puede generar podría tener efectos físicos negativos en estos pacientes, por lo que es necesario realizar una evaluación médica antes de comenzar el tratamiento.

Minimizar los riesgos del EMDR

Aunque existen peligros asociados al EMDR, hay formas de minimizar estos riesgos y garantizar que el tratamiento sea lo más seguro posible.

Trabajar con un terapeuta calificado

El primer paso para evitar complicaciones es asegurarse de que el terapeuta esté debidamente capacitado y cuente con experiencia en la técnica. Un profesional cualificado sabrá identificar señales de que el paciente podría estar experimentando dificultades durante el tratamiento y ajustar la terapia según sea necesario.

Preparación adecuada

Es crucial que el paciente esté adecuadamente preparado antes de comenzar el EMDR. Esto puede implicar aprender técnicas de autorregulación emocional para enfrentar cualquier malestar que surja durante o después de las sesiones. La preparación también puede incluir una conversación abierta entre el terapeuta y el paciente sobre las posibles reacciones emocionales y físicas, así como un plan para lidiar con ellas.

Monitoreo continuo

El monitoreo continuo durante el tratamiento es esencial. Los terapeutas deben estar atentos a cualquier señal de malestar extremo o re-traumatización y ajustar las sesiones según sea necesario. El seguimiento regular también permite al terapeuta evaluar si el paciente está progresando de manera segura o si es necesario cambiar de enfoque.

Conclusión

El EMDR es una técnica terapéutica poderosa que ha ayudado a muchos a procesar y superar traumas. Sin embargo, como cualquier tratamiento psicológico, no está exento de riesgos. Los peligros del EMDR incluyen la exacerbación temporal de los síntomas, desbordamientos emocionales, flashbacks y sensaciones físicas desagradables. Para muchos pacientes, estos efectos secundarios son manejables y temporales, pero para otros, pueden ser más intensos.

Es crucial que cualquier persona que esté considerando el EMDR lo haga bajo la supervisión de un profesional cualificado y esté informada sobre los posibles efectos secundarios. Cuando se maneja de manera adecuada, el EMDR puede ser una herramienta efectiva y transformadora.

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