Con goles de Alfon y Hugo Álvarez en los minutos finales, el Celta remontó un 0-2 contra el FC Barcelona, logrando un merecido empate (2-2) en Balaídos. La expulsión de Marc Casadó a los 80 minutos fue clave en un encuentro que dejó al Barça en evidencia en los últimos compases. A pesar de los goles de Raphinha y Lewandowski, y las brillantes intervenciones de Iñaki Peña, el equipo de Hansi Flick mostró fragilidad en un partido que aviva la lucha por el título.
Una primera mitad con eficacia azulgrana
El partido arrancó con intensidad, fiel al estilo de Balaídos: ritmo alto y juego vertical. El Celta tuvo la primera oportunidad clara con un remate de Iago Aspas tras un centro preciso de Mingueza, pero el balón se fue desviado. La falta de precisión frente a la portería rival fue un problema recurrente para los gallegos durante todo el partido.
El FC Barcelona, con la novedad de Gavi como titular tras su larga recuperación, aprovechó su primera oportunidad seria. Un error de cálculo de Mingueza en un pase largo permitió a Raphinha desbordar con un impresionante recorte y definir con un potente disparo cruzado, poniendo el 0-1 en el marcador.
El Celta, lejos de venirse abajo, buscó responder. Intentaron aprovechar la defensa adelantada del Barça con balones largos y transiciones rápidas. Sin embargo, las jugadas no se concretaban. Un disparo de Moriba y otro de Bamba inquietaron a Iñaki Peña, pero sin éxito en el marcador.
La tensión se incrementó al final del primer tiempo cuando el árbitro decidió no mostrar la segunda amarilla a Gerard Martín tras una falta sobre Aspas, lo que generó un estallido de indignación en Balaídos. Flick, consciente del riesgo, sustituyó al defensa al descanso.
La segunda mitad intensifica las emociones
El guion del partido no cambió tras el descanso. El Celta continuó con su propuesta de atacar los espacios, buscando sorprender al Barça. Aspas incluso intentó un disparo desde 40 metros que salió desviado. Sin embargo, el conjunto catalán mostró su capacidad de definición con el segundo gol.
Raphinha, nuevamente protagonista, robó el balón en el centro del campo y asistió a Lewandowski, quien sorteó a dos defensores y definió con frialdad frente a Guaita, ampliando la ventaja para el líder de LaLiga.
A pesar del 0-2, el Celta no bajó los brazos. Alfon tuvo una buena oportunidad con un disparo que se fue desviado, y Hugo Álvarez, tras una gran carrera, obligó a Iñaki Peña a intervenir con otra parada decisiva. El Barça, por su parte, tuvo una opción clara para sentenciar con un contragolpe de Raphinha que terminó en el poste.
La remontada heroica del Celta
El momento decisivo llegó con la expulsión de Marc Casadó a los 80 minutos. El Celta aprovechó la superioridad numérica y desató su mejor versión en los últimos compases. Un error garrafal de Koundé permitió a Alfon marcar el 1-2 con un disparo preciso, encendiendo a la afición de Balaídos.
Dos minutos después, el empate llegó gracias a Hugo Álvarez, quien culminó una jugada colectiva con un disparo desde la frontal que se coló imparable en la portería de Iñaki Peña. Balaídos vibró con el empate, y el Celta estuvo cerca de completar la remontada en el tiempo añadido, pero el guardameta azulgrana evitó el gol de la victoria celeste ante Borja Iglesias.
Un punto que aviva la lucha por el título
El empate en Balaídos deja al Barça con dudas de cara al tramo final de la temporada. La dependencia de Lamine Yamal y los errores defensivos son puntos a corregir para Flick, especialmente en un contexto donde Atlético y Real Madrid están acechando.
Para el Celta, este resultado representa mucho más que un punto. Es una demostración de carácter y calidad, reafirmando su capacidad para competir contra los grandes y devolver la confianza a una afición que nunca dejó de creer en la remontada.
